Loncheras escolares

Llega Marzo, el mes de mayor preocupación para todos los padres!, no es por la lista de útiles, por el uniforme escolar ni por las tareas sino por LAS LONCHERAS!!

La imaginación nos acompaña una, dos o tres semanas pero ya a mitad de año se nos acabaron todas las opciones, repetimos las alternativas y esto trae como consecuencia la devolución intacta de las loncheras, el niño no quiera llevarla, come la mitad de los que le mandamos, entre otros problemas.

La propuesta es enviarles a los chiquitines algo fácil de comer, y a los mas grandecitos cosas rápidas porque quieren aprovechar el recreo pero… qué hacemos con los adolescentes porque  surge  una frase muy conocida  “Mamá en secundaria no se lleva lonchera”.

Los refrigerios para el colegio no tiene que ser un dolor de cabeza, con un poco de imaginación podremos armar “Loncheras saludables “para todo el año, incluso las de las vacaciones.

Deben cumplir con reponer la energía gastada por el niño/adolescente durante las primeras horas de estudio y juego para que este pueda continuar sus actividades por la tarde.

Las loncheras NO REEMPLAZAN el desayuno ni el almuerzo, estas aportan una pequeña cantidad de energía a la alimentación de nuestros niños / adolescentes ya que tienen mayor desgaste (físico e intelectual) durante las horas de clase.

Es por este motivo que los chicos deben salir de casa tomando un desayuno completo que por lo general no se cumple porque nuestros hijos se levantan con el tiempo justo para cambiarse, peinarse,  lavarse los dientes y listo!

¿Cómo asegurar una mejor nutrición con tan poco tiempo?, es fácil, rápido y delicioso:

En la jarra de la licuadora ponemos 200ml de leche fresca, 3 a 4 cdas de PVM Junior (el sabor que prefieran)  y  ½  Taza de fruta picada, el resultado será un delicioso milkshake que a los chicos les encantará.

Opciones de loncheras escolares de acuerdo a cada etapa:

Pre – Escolar

Los niños en esta etapa no pueden/deben consumir comidas abundantes debido a que su capacidad gástrica es reducida por lo que se opta por pequeñas porciones a lo largo del día, la lonchera es una de ellas. Estas deben ser fáciles y rápidas de consumir.

 Lo mas recomendable:

• Frutas fáciles de consumir, que puedan llevárselas a la boca sin dificultad.
• Panes suaves y cortados del tamaño de un bocado.
• Líquido en envases antiderrames, de fácil consumo.

Escolar

El niño puede, no solo intervenir en la elección del modelo, color, figura de la lonchera sino también en su contenido, a esta edad (6 a 12 años) ya tienen los gustos más definidos, frutas preferidas, tipos de cereal (hojuelas, pan o galletas), etc.

Si tenemos en cuenta estas sugerencias para elaborar la lonchera estamos evitando que las regresen intactas a casa.

Adolescencia

Puede que las horas de estudio se prolonguen por lo que en muchos casos la lonchera sí va a reemplazar parte del almuerzo. En algunas ocasiones se opta por enviar dos loncheras: la primera tipo snack y la segunda con el almuerzo propiamente dicho, esto se da en chicos que se quedan en el colegio pasadas las 5:00pm.

Los jóvenes se niegan a llevar loncheras como lo hacían en la etapa pre – escolar ó escolar por lo que debemos adaptar esta alimentación a su comodidad enviando los panes en bolsas ó envases herméticos (especiales) las cuales puedan colocar en la mochila evitando su contaminación, las frutas enteras para que no cambien el olor, color, sabor, textura, etc.

Una dieta adecuada debe asegurar un aporte nutricional completo pero sabemos que en esta etapa esto es muy difícil ya que los niños pasan por procesos de cambios de gustos y preferencias lo que genera, en algunos casos, disminución en el aporte de ciertos nutrientes, es por esto que se recomienda mejorar su alimentación con un complemento nutricional que les brinde ese “extra” que necesitan.

Los complementos nutricionales están destinados a reforzar una dieta balanceada pero de ninguna manera pueden sustituirla.

PVM JUNIOR Brinda a los niños mayor cantidad de proteínas, calcio, hierro y magnesio necesarios para complementar los requerimientos propios de esta etapa de crecimiento.

PVM JUNIOR se disuelve fácilmente cuando se prepara en forma apropiada, sin dar lugar a la formación de grumos.

Puede administrarse directamente a la boca o ser disuelto en líquidos o alimentos blandos.

Administrar PVM JUNIOR en las siguientes cantidades:

• Niños de 2 a 4 años: 1 cucharada (10g) una vez al día.
• Niños de 4 a 8 años: 1 a 2 cucharadas (10g a 20g) 1 a 2 veces al día.
• Niños de 9 a 13 años: 2 a 3 cucharadas (20g a 30g) 2 a 3 veces al día.