LA VITAMINA C Y SU ACCIÓN PROTECTORA DE NUESTRAS DEFENSAS 

Las vitaminas son nutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades, es por esto por lo que son llamadas micronutrientes. Esto no quiere decir que no sean indispensables, todo lo contrario, son esenciales para el óptimo funcionamiento del organismo en todas las edades.

La vitamina C (llamada ácido ascórbico) se encuentra dentro del grupo de vitaminas solubles en agua. Esta vitamina no es producida por el cuerpo, es por ello que se debe consumir a través de la alimentación. Se encuentra en diversos alimentos sin embargo, al ser sensible al calor se pierde durante la cocción y exposición a la luz solar. Por ello se recomienda consumir alimentos ricos en vitamina C frescos como en ensaladas y jugos. 

La vitamina C forma parte de la familia de vitaminas y minerales que cumplen una función muy importante en el organismo y es la de ser antioxidante. 

La función de estos antioxidantes es proteger todas las células del cuerpo del daño o envejecimiento provocados por la contaminación, consumo de alcohol, tabaco, dieta inadecuada, estrés, falta de tiempo de sueño / descanso, etc.

Entre otras de las funciones esenciales de la vitamina C encontramos que mejora la absorción de hierro presente en alimentos de origen vegetal (menestras, verduras de hoja verde, etc.), participa en la producción de colágeno (compuesto esencial para la formación de piel, cabello y uñas) y reduce el riesgo de presentar un resfrío o infecciones por virus o bacterias.

Encontramos vitamina C de manera natural en muchos alimentos, entre ellos tenemos:

*Camu camu

*Frutas cítricas: Limón, naranja, mandarina

*Kiwi

*Fresas

*Piña

*Tomate

*Pimiento

*Papa

*Brócoli

Fuente:

Oficina de Suplementos Dietéticos de NIH

Revista Offarm (Vol. 23.  Núm. 8.)